martes, 7 de octubre de 2014

María José

Hoy parece que ella tiene la voz todavía más dulce que ayer. Ensaya frente al espejo, se mira de perfil, pasa la mano por sus muslos y sus caderas buscando las curvas nacientes. Se palpa el pecho pequeño, sonríe. Se pasa la mano por el rostro, pero ahí están todavía, los trazos de una barba incipiente le recuerdan que aún queda mucho camino por recorrer en el tratamiento hormonal.

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